CIRCULOS INFINITOS

Lo que el amor nos dejó

VIDAL ESTEVEZ Season 1 Episode 34

El dolor de la despedida nos lleva a lugares inesperados. A veces, como en esta narración poética, nos devuelve al punto exacto donde todo comenzó. Ese banco que fue testigo de promesas eternas ahora se ha convertido en "el banco del olvido", un espacio físico que encarna todas las preguntas sin respuesta que deja el desamor.

La voz narrativa nos sumerge en un viaje íntimo y doloroso, explorando cómo el amor más apasionado puede marchitarse gradualmente cuando dejamos de alimentarlo. "Los besos, esos besos que una vez fueron de fuego, se congelaron como hielo del invierno", reflexiona mientras intenta comprender cómo dos personas que se prometieron eternidad terminaron convirtiéndose en extraños.

Lo que hace esta historia particularmente conmovedora es su honestidad descarnada sobre el proceso de aceptación. No hay respuestas fáciles ni consuelos superficiales. Solo la cruda realidad de que algunas preguntas quedarán para siempre sin respuesta, y que parte del proceso de sanación consiste precisamente en hacer las paces con esa incertidumbre. "Desafortunadamente, las respuestas seguirán siendo un misterio y nunca, nunca sabré por completo qué nos condujo a este desenlace."

Te invitamos a sumergirte en esta reflexión sobre el amor perdido, la búsqueda de significado en medio del dolor y el difícil pero necesario acto de dejar ir. Si alguna vez has sentido el peso de un amor que ya no existe, encontrarás en estas palabras un eco de tu propia experiencia.

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Speaker 1:

Esta no fue escrita para ser leída en voz alta. Nació en silencio, en uno de esos momentos donde las palabras simplemente necesitan existir. Quedó guardada, como tantas otras, en ese lugar donde va todo lo que no sabemos cómo decir. En ese lugar donde va todo lo que no sabemos cómo decir. Pero hay silencios que, con el tiempo se vuelven voz. Y hoy deja de ser mía para convertirse en tuya Lo que el amor dejó Después de largos años. Hoy he vuelto al lugar donde todo comenzó, donde dos almas se prometieron un amor que parecía eterno. Regresé para despedirme de aquello que nació como una dulce esperanza Y terminó consumido por una amarga tristeza. Estoy aquí sentado en el mismo banco, este banco que es ahora el banco del olvido. Las memorias irrumpen en mi mente, reviviendo ese día en que pensábamos que nuestro amor sería invencible. Era un sentimiento que estremecía hasta lo más profundo, que tocaba cada parte de nuestro cuerpo, llevándonos a un mundo distante, un mundo que era solo nuestro, solo nuestro. Ahora, con el corazón roto y las manos vacías, me pregunto cómo un amor tan inmenso pudo apagarse. Con el tiempo. Se dice que el amor que no se cuida está condenado a morir, marchitándose como una flor olvidada en el jardín de los recuerdos perdidos. Sin percibirlo, dejamos de alimentar aquello que nos mantenía vivos, permitiendo que la ausencia se adueñara de nosotros. Por más que indago en las profundidades de mi ser solo, encuentro preguntas que se ahogan en el silencio.

Speaker 1:

La vida a veces golpea con una crudeza que nos deja sin aliento, como una tormenta que sacude nuestro interior. Los besos, esos besos que una vez fueron de fuego, se congelaron como hielo del invierno, lejos del calor del verano, y nuestras manos, que antes se buscaban con ansias, comenzaron a alejarse, a rechazarse como imanes en oposición. Lo que un día nos rescató, ahora es un recuerdo que hiere y deja cicatrices imborrables en mi corazón. En este punto de mi vida, no sé si alguna vez podré reconciliarme con lo perdido, aceptar lo sufrido o entender que, aunque la vida sigue, el dolor permanece en lo más profundo. Cada uno lleva su propia cruz, luchando en silencio, batallas que nadie sospecha, cuando la noche se extiende como un abismo y la soledad pesa como ancla en el océano más profundo. He regresado aquí buscando respuestas, esperando un destello que disipe mi oscuridad, pero sé que ni siquiera este lugar, que fue testigo de nuestras promesas, me dará lo que busco.

Speaker 1:

Debo seguir adelante Con la mirada desolada y el alma herida, sabiendo que entregué lo mejor de mí, aunque no fuera suficiente para salvar nuestro amor. Tal vez, cuando el tiempo se detenga y cierre mis ojos por última vez, en ese instante donde todo se revela, entenderé el por qué revela. Entenderé el por qué, pero para entonces ya no importará, porque la luz me estará llevando por caminos donde el dolor no existe. Desafortunadamente, las respuestas seguirán siendo un misterio y nunca, nunca sabré por completo qué nos condujo a este desenlace. Sin embargo, seguiré caminando, agradecido por lo vivido, por esos momentos en que la vida ardió en mis venas y por esos instantes que, aunque hoy duelan, fueron lo más preciado que tuvimos hoy. Hoy es difícil cerrar esa puerta, esa puerta que una vez se abrió con una luz de esperanza hermosa, pero acepto, acepto. Acepto que ya no hay nada que hacer, que ya todo terminó. Me despido de ti y, con el alma herida, rota mil pedazos, dejó ir lo que un día fue nuestra vida, nuestro universo y nuestro todo. Lo dejó ir para siempre.