CIRCULOS INFINITOS

Más Allá de la Prisa

VIDAL ESTEVEZ Season 1 Episode 21

¿Alguna vez has sentido que la vida pasa demasiado rápido mientras corres de un objetivo a otro? Este episodio nace del silencio, de ese espacio donde las palabras necesitan existir para recordarnos lo que realmente importa.

La metáfora del viaje a la playa capta perfectamente nuestra realidad cotidiana: vamos tan apresurados por llegar al destino que no vemos las palmeras meciéndose, no sentimos la brisa marina, ni escuchamos el sonido de las olas. Estamos tan atrapados en el ciclo interminable de tareas, reuniones, tráfico y pantallas que la vida real se desliza entre nuestros dedos sin que apenas nos demos cuenta. Un día, al mirar atrás, nos preguntaremos: ¿qué hicimos con todo ese tiempo? ¿Acaso vivimos de verdad o solo sobrevivimos?

Exploramos la necesidad de regresar a nuestro centro, de valorar lo esencial y dedicar más tiempo a quienes amamos. Porque cuando llegue el momento de ver nuestra vida pasar como una película, lo que realmente importará serán aquellos momentos en que dejamos una huella en el corazón de otros. Los detalles más pequeños son los que llenan el alma: un abrazo sincero, una palabra de aliento, una sonrisa que ilumina un día gris. La vida no se mide por lo acumulado sino por los momentos vividos con el corazón abierto.

Te invitamos a reflexionar: ¿cómo quieres vivir los años que te quedan? Que tu legado no sea la prisa con la que pasaste por la vida, sino la huella imborrable de cada instante vivido con el alma desnuda y el corazón desbordado. Esa es la verdadera inmortalidad. Escucha este episodio y redescubre el arte de sentir el presente. ¿Estás listo para desacelerar y encontrar lo que realmente importa?

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Speaker 1:

Esta nació en silencio, en uno de esos momentos donde las palabras simplemente necesitan existir. Quedó guardada, como tantas otras, en ese lugar donde lo que llevamos dentro se queda hasta que encontramos el valor para soltarlo. Pero hay silencios que con el tiempo se vuelven voz y hoy, en círculos infinitos, deja de ser mía para quedarse contigo Más allá de la prisa. Recuerdo que cuando era pequeño, me decían que a medida que uno crece, el tiempo parece volar. En aquel entonces no lo podía entender, pero ahora sé por qué. Vivimos obsesionados con alcanzar nuestras metas, con llegar a ese destino que creemos que nos dará la felicidad, y en ese afán olvidamos lo más importante, que es disfrutar del camino. Nos movemos frenéticamente de un objetivo a otro, sin dar espacio a celebrar nuestras victorias, sin permitirnos saborear cada paso que nos lleva hasta allí. Apenas rozamos una meta, ya estamos soñando con la siguiente, sin permitirnos vivir el momento ni sentir el presente. Es como un viaje de la ciudad a la playa.

Speaker 1:

Vamos tan apresurados por llegar que nos perdemos el verdadero tesoro del trayecto. No vemos las palmeras que se mecen en el viento, no sentimos el aire salado que acaricia nuestra piel, no escuchamos la melodía del mar ni admiramos el azul infinito del cielo. Vamos tan rápido que, aunque alcancemos nuestro destino, habremos perdido todo aquello que realmente alimente el alma y enriquece el corazón. En el día a día ocurre exactamente lo mismo. Estamos tan atrapados en la rutina, las reuniones, el tráfico, las redes sociales que dejamos de vivir de verdad. Nuestras preocupaciones se vuelven prisiones y nos sumergimos en el ciclo interminable de tareas y pantallas, mientras la vida, la vida real, se desliza entre nuestros dedos. Vida real se desliza entre nuestros dedos. Nos olvidamos de detenernos, de respirar, de mirar a nuestro alrededor y sentir la belleza en las cosas simples, esas pequeñas maravillas que le dan sentido a nuestra existencia. La vida es un suspiro y los años se acaban, como un río que nunca se detiene mientras corremos tras una rutina que nos aleja de lo esencial.

Speaker 1:

Un día, al mirar atrás, nos preguntaremos ¿qué hicimos con todo ese tiempo? ¿Acaso vivimos de verdad o solo sobrevivimos? ¿Acaso vivimos de verdad o solo sobrevivimos? ¿Nos atrevimos a detenernos para ver la grandeza de lo que nos rodeaba, ¿o simplemente fuimos prisioneros de la urgencia constante? Es hora de regresar a nuestro centro, de valorar lo que realmente importa, de pasar menos tiempo en la oficina y más tiempo con quienes amamos, porque la vida se va en un instante y nuestra permanencia en este mundo no está garantizada.

Speaker 1:

Y cuando llegue el momento de ver nuestra vida pasar como una película desde el primer latido hasta el último aliento, ¿qué quedará en esa cinta? Cuáles serán los momentos que realmente valieron la pena? ¿Cuáles fueron los instantes en que dejamos una marca, en que sembramos una semilla en el corazón de otros, algo que floreció, algo que les dio esperanza? Y lo mejor es que no necesitamos esperar a ser viejos para reflexionar sobre estas cosas. El tiempo de decidir cómo queremos ser recordados es ahora.

Speaker 1:

Cada instante es un regalo irrepetible, una oportunidad para ser feliz y para compartir con aquellos que le dan sentido a nuestra existencia. Con aquellos que le dan sentido a nuestra existencia. Los detalles más pequeños son los que realmente llenan el alma Un abrazo sincero, una palabra de aliento, una sonrisa que ilumina un día gris. La vida no se mide por lo que logramos acumular ni por las cosas que poseemos, sino por los momentos que vivimos con el corazón abierto. Vive, llora, sonríe, ama con locura, porque todo es parte de vivir. Se convierta en una pensilada, en el lienzo de tu existencia. La pregunta es ¿cómo quieres vivir esos momentos? En qué realmente deseas invertir los años que te quedan? Porque en el último suspiro, cuando ya no quede tiempo para más.

Speaker 1:

Serán esos instantes, los que vivimos con amor y presencia, los que nos darán la certeza de que, al final, nuestra vida tuvo un significado profundo, cuando llegue el día en que mires atrás.

Speaker 1:

Que cada sonrisa, que cada lágrima, que cada palabra y cada abrazo sean testigos de que viviste con intención.

Speaker 1:

Que tu historia sea un reflejo de una vida bien vivida, no solo medida por el tiempo, sino por la intensidad con la que amaste, por el impacto que dejaste en quienes te rodearon. Que, al cerrar los ojos por última vez, sientas la paz de saber que cada momento fue un tributo a lo que realmente importa, porque, al final, lo único que se lleva el viento no son las cosas que poseíste, sino los recuerdos que creaste, los corazones que tocaste y el amor que entregaste. Tocaste y el amor que entregaste. Que tu legado no sea la prisa con la que pasaste por la vida, sino la huella imborrable de cada gesto, de cada mirada, de cada instante vivido con el alma desnuda y el corazón desbordado. Esa es la verdadera inmortalidad vivir de tal manera que, aun cuando ya no estés, tu esencia perdure en los recuerdos de aquellos que amaste, en el eco eterno de cada sonrisa que dejaste atrás. Siente, sueña y deja tu luz en cada instante, porque esa será la marca que el tiempo jamás podrá borrar.